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sábado, 15 de noviembre de 2014

Los papeles de Luciano.


Soñando con lavadoras.
Hola, que tal estás? Te noto ojeroso. Has dormido bien?
La verdad es que he pasado una noche con muchas pesadillas y me he despertado un poco mareado y aturdido.
Si, ciertamente, ahora que te miro bien, estás pálido, tienes la mirada cruzada y los pelos de la cabeza tiesos, como si estuvieran electrizados.
No es para menos, me he pasado la noche dentro de una lavadora. Realmente no sé bien lo que me ha pasado, no me lo explico. Tengo por costumbre ponerla por la noche, más o menos a partir de la una y al parecer me quedé dormido y como la bata que llevaba puesta estaba sucia he aparecido dentro con ropa y todo.
Pero…pero, no es posible, tu no cabes en una lavadora.
Despierto no, pero dormido sí que quepo. Y además no veas qué marcha, qué música y que bien organizado lo tiene todo.
Primero te chorrea con agua fría que hace que te vayas recogiendo como una pelota y quedándote más tieso que la mojama. Luego llega el agua caliente y ahí ya te relajas y dices, bueno ahora a disfrutar de las termales. Te quieres acomodar pero no es posible porque te parece escuchar a alguien que dice: centrifugadoooo!!!. Y comienza a dar vueltas y más vueltas, a una velocidad de vértigo, que no sabes dónde agarrarte, parece que vas a salir despedido, como si fueras un cohete y entonces miras y ves que hay una tapa, y rezas diciendo, Dios mío, que no se abra, por lo que más quieras, que no se abra, hasta que instantes después, frena en seco y se para. Empiezas a respirar, te palpas, compruebas que sigues entero y cuando crees que todo ha terminado oyes la misma voz que sentencia: secadoooo!!!. Y aquello se pone a girar y girar de una forma, que las vueltas anteriores parecían una broma comparadas con estas de ahora, y encima qué música y que movimiento que parece que va a despegar, hasta que pasado un rato vuelve a detenerse pero esta vez de manera más suave, como si estuviera aterrizando. Tú estás dentro, pero a estas alturas ya no te fías y estás tan asustado que piensas y te dices: ahora vendrá lo peor, lo más terrible: el planchado. Y piensas, de ésta sí que no salgo vivo y si salgo será con alguna de las partes más preciadas de mi anatomía chamuscada. Entonces se abre la tapa y sientes una especie de alivio, respiras profundo y disfrutas al comprobar con que suavidad te tienden en un patio al sol, oye, que sales como una rosa,  limpio, con buen aroma y hasta más moreno.
Así que con todo esto, cómo no voy a estar aturdido y mareado con la juerga que he vivido toda la noche. Además he ido directamente a la lavadora la he mirado y le he dicho: joder, estás ahí todos los días, no te hacía el menor caso, y hay que ver lo que puedes acojonar y lo peligrosa que puedes llegar a ser.
Por este motivo creo necesario establecer unas recomendaciones con las instrucciones para el buen uso de lavadoras.
Norma General: Poner siempre la lavadora durante el día, es mucho más luminoso y puedes ser rescatado de cualquier tropiezo.
Norma Primera: No acercarse demasiado a la boca por riesgo a ser engullido.
Segunda: Cambiarse más a menudo. No esperar a estar tan sucio que no se te distinga de la ropa.
Tercera: Si por cualquier circunstancia eres engullido, tener siempre a mano un pañuelo que evite los estornudos en la fase del jabón.
Cuarta: Si por tropiezo o por sueño te ves dentro, no opongas resistencia, déjate llevar y relájate, saldrás beneficiado.
Quinta: Una vez estés dentro, no te quejes de tu mala suerte, positiviza y piensa que luego estarás lustroso, más moreno y aromático.
Sexta: Si consigues salir sano y salvo de esta situación, da gracias al cielo porque serás de los pocos que lo podrán contar.
Séptima y última: Si eres consciente que no podrás cumplir ninguna de las normas anteriores, conviértete en defensor a ultranza de los lavaderos de antaño y de los beneficios sociales que aquél sistema reportaba ya que era el lugar de todos los chascarrillos, el lugar donde te ponían al día de todas las novedades, de las formas y maneras de hacer y de vivir de cada uno de los habitantes del pueblo.
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luciano



Reflexiones.
Un cuento de muy diaria actualidad. Entre realidad y fantasía. Espero que sonrías.
Primera parte.
El mundo que habitamos es en mi opinión un gran W.C. al que se vierten aproximadamente cada día, entre mil quinientos y dos mil millones de litros de orina y entre ochocientos y mil millones de kilos de excrementos intestinales (amén de otras sustancias y sin contar con animales de otras especies). Calculando trescientos sesenta y cinco días durante mil años, podríamos concluir que el W.C. tiene una capacidad de tolerancia encomiable. Es cierto que puede que algunas veces proteste y nos envíe algún aviso en forma de catástrofe pero es que “córcholis”, si nos vertieran a cualquiera de nosotros una mínima cantidad de dichas sustancias, no quiero pensar la que organizaríamos por semejante agravio (con que nos mea el hijo o la nieta en la patera del pantalón y lo proclamamos a los cuatro vientos, ufff, menudo drama, y eso que es una meada o cagada inocente, sin contaminaciones), montaríamos la mundial, pero como el gran W.C. es de todos y de nadie al mismo tiempo ¡ pues hala! que trague y a callar, que digo yo, que con tanto científico que anda buscando el más allá con la extensión de universo y tanta infinitidad, que cómo es que no han sido capaces de inventar algo que haga que desintegre todas estas sobras en cuanto se expelen (será por no aumentar las cifras del desempleo), aunque igual es por nuestro bien, por no quitarnos nuestro derecho a experimentar el placer que da muchas veces sentarte cómodamente y comprobar cómo te vas desprendiendo de los estorbos y qué sentimiento de alivio recorre tu cuerpo. También podrían los científicos inventar esa pastilla que nos alimente, sin necesidad de evacuación diaria con lo cual el gran W.C. descansaría y probablemente nos lo agradecería, pero quién iba a ser el guapo que aprobara esta forma de alimentarse y tener que someterse a prescindir de la doble satisfacción de estos placeres como son meter y sacar, y meter y sacar y así todos los días de nuestras vidas aunque le tengan que dar por saco al W.C. ése. Si se pudiera optar, tú que estás leyendo esto, qué elegirías, la pastilla o continuar poniendo a prueba la capacidad del gran W.C. Sí, a ti te pregunto y no me salgas con que no te lo habías planteado, porque lo que es hacer uso y abuso diario, a eso sí que a día de hoy todavía no has renunciado, así que decídete pronto y opta. Y cuando tengas la respuesta pasa la reflexión a otros para que de esta manera y cuando pasen unos cuantos años, sea posible que tengamos la solución y cambiemos nuestra opinión acerca de este mundo que habitamos. Así que ¡hale! Ánimo y a pasarlo.
P.D. Informaciones de Radio Nutricional comunican que este tipo de sustancias se desintegran por sí mismas tras hacer una labor de compostaje beneficiosa para enriquecer la tierra de nutrientes.
¿Querrá quizás esto decir que nos alimentamos de aquello que excrementamos?
¡Joder, menudo dilema, si lo sé no empiezo con la reflexión.!
Y mira que me lo advirtieron: ¡ no reflexiones tanto que la cagas!
luciano
Segunda parte.
Por cierto y hablando de “cagadas”, la sociedad tiene un problema fundamental cual es la proliferación de los “Cagones”. Esta es una especie en aumento de proporciones geométricas. Que qué es un “Cagón”? Además de otras definiciones más técnicas, un “Cagón” es toda aquella persona que todavía no ha comido y ya está “cagando”. Y lo hace por la boca, que es entre todos los agujeros del cuerpo humano el que mayor tiempo debería permanecer cerrado. Que qué “caga”?  Pesimismo. Quejas. Impotencia. Inferioridad y lo hace para ver si con lo que “caga” puede sacar su propia “tajada”, recordándonos todos los días lo mal que está todo, lo mal que hacen los demás todo y todo lo que habría que cambiar, que es casi todo. El “Cagón” nunca te dirá cómo y por qué lo sustituiría. Nunca nos dirá cómo es su vida, cómo consiguió sus bienes, cómo fueron sus actuaciones, con el carpintero, el electricista, el fontanero. Todo lo contrario, se jactará de sus habilidades para conseguir las deducciones necesarias aunque en realidad esté retrayendo parte del beneficio social, pero como es tan insignificante y ha tenido que utilizar toda su picardía, pues eso, un triunfo personal. Que nombran a una mujer seleccionadora del equipo de tenis masculino, pues ¡hala! a opinar sin tener idea de quién es, qué hace, de si está preparada o no. A veces incluso sin saber qué es eso del tenis, pero ¡qué va! el “Cagón” entra a matar desde el primer momento que se entera de la noticia.  ¿A que parece que el PP (partido popular) gana las elecciones por pucherazo, manipulación de urnas o algo similar. No conozco a nadie (afiliados al margen) que vote al PP, la gran mayoría de la gente que tratamos o que sale en la televisión o en las redes sociales reniegan públicamente de este partido y parece ser que tiene entre once y doce millones de votantes. ¿Cómo es esto? Son sólo dos ejemplos. Uno es por ser el partido que gobierna que como todos sabemos es el que tiene la culpa de todo y el otro ejemplo es acerca de las mujeres que sí, que podrán saber mucho de casi todo, pero de tenis masculino ¡Vamos hombre! Hay muchos más ejemplos. Tenemos cada uno el nuestro. Porque sinceramente quién no ha hecho el “Cagón” alguna vez en su intensa y azorada vida.
P.D: Objetar suele ser ingenioso, más ingenioso es el hallar salida a los inconvenientes.
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luciano