Cada mañana cuando me despierto, lo primero que hago es,
decir “Gracias” por el nuevo día. Antes de levantarme me tomo dos pastillas:
Una es la pastilla de la Razón (y pienso en un recuerdo agradable que me haga
sonreír). Y otra es la pastilla de la Emoción. Mientras tomo esta pastilla,
clavo mis ojos en una fotografía de mis hijos y mis siete nietos, que está
justo frente a mi cama, y una mueca en los carrillos aparece sola.
Hay veces, las menos afortunadamente que no doy las gracias.
Son esos días en los que no me puedo levantar por encontrarme enfermo, con algún
achaque. Entonces hablo con mi cuerpo y le concedo la razón. Le digo que es
sabio y que por eso se ha parado. Le pido perdón por exigirle demasiado y le
aseguro que lo tendré en cuenta y que
iré con más cuidado. Le prometo que racionaré y seleccionaré más y mejor mi
alimentación y también le daré el placer de realizar ejercicios más
dosificados.
Tras levantarme, voy a la ducha y bajo los chorros de agua,
procuro tararear alguna canción de las muchas que pululan por mi mente. Cuando
ya estoy ante el espejo para peinarme, además de pedirle que tenga compasión de
lo que ve, le ruego que me dé un buen día.
Después de ducharme y vestirme, tomo un desayuno, sentado,
saboreo los alimentos, los huelo y procuro darme cuenta de la forma y belleza
que tienen. Normalmente son algunas frutas. Las dibujo en mi mente, colgadas de
los árboles y recorro todo el trayecto que han tenido que hacer hasta llegar a
mi mesa. Lo mismo hago con el pan, visualizando primero los campos del verano
repletos de trigo, de avena y cómo más tarde se elaboran en las tahonas. Luego,
continúo con algún fruto seco…
La parte más dura de la jornada es la realización de las
tareas cotidianas. Tengo días buenos y malos. En los días malos intento
controlar los agobios. Cómo? Ejercito la respiración consciente, dándome cuenta
de todo lo que sucede en cada momento, chequeándome interna y externamente,
para no perder el control. Para ello tengo un método de entrenamiento que
practico a diario.
Siempre que veo a un familiar o a un íntimo amigo mi primera
reacción es saludarle con un abrazo. Creo que el abrazo dice mucho sin soltar
ninguna palabra. También creo que habría que institucionalizar el abrazo como
fórmula de comunicación. No digamos ya las caricias. ¿Has observado a un perro
o un gato cuando les acaricias?. ¿Por qué somos tan remilgados a la hora de
acariciarnos los humanos? ¿Qué clase de creencias y tonterías nos han metido en
nuestras molleras?
Hace ya algún tiempo que dejé de querer ser “Alguien”
reconocido o importante socialmente. Fue un objetivo duro de conseguir,
trabajando día tras día, el valor de la humildad. Entrenar el comunicarme más
hacia mi interior, que estar pendiente de todo lo que me rodeaba, de mi mundo
externo.
Conseguí adaptarme a, y sobre todo “darme cuenta” de, los
principios básicos, que junto a los hábitos iban a conducir mi vida en lo
sucesivo. En la mañana, antes de salir de casa, doy un vistazo a la pared de la
que cuelgan escritos en folios, cada uno de ellos. En la noche, antes de ir a
la cama, los vuelvo a mirar. Una vez acostado, cierro los ojos y siempre saco
alguna conclusión que me ayuda a conocer mi fuero interno, que es lo más
valorado que poseo.
Principios basados en leyes. La Gravedad como ley universal,
estudiada y aprendida en el colegio. Y otras leyes llamadas atemporales que
también se aprenden aunque se olviden con mayor facilidad, y que están basadas
en el Respeto- la Honestidad- la
Integridad y la Justicia.
El principio del Aprendizaje:
La vida es movimiento - cambio: Adaptarse- Adecuarse.
El principio del Altruismo:
Satisfacer las Emociones.
El principio del Optimismo-
Positivismo: NO criticar. NO comparar. NO quejarme. NO competir (contra).
El principio de Afirmación
del Otro: Conectando con él desde su Modelo del Mundo.
El principio del Equilibrio:
Relación entre Producción y Capacidad de Producir. P/CP.
El principio de Espontaneidad:
Cultivar las Aventuras y Emociones. (Es la esencia del Placer).
El principio de Renovación
y Mejora Personal: Inversión en Nosotros mismos: Física- Mental- Emocional.
Y los siete Hábitos basados en la Independencia y la
Victoria Privada los tres primeros. Y en la Interdependencia y la Victoria
Pública, los tres siguientes.
Hábito nº 1. “Ser
Proactivo”: Creatividad- No Victimismo.
Hábito nº 2. “Comenzar
con un Fin en la Mente”: Imaginación- Visualización.
Hábito nº 3. “Poner
Primero lo Primero”: Priorizar.
Hábito nº 4. “Pensar
Ganar- Ganar”: Efectividad- Cooperación. – Nosotros –
Hábito nº 5. “Entender
para Ser Entendido”: 1º Escuchar. 2º Hablar.
Hábito nº 6. “Sinergizar”:
Valorar las Diferencias. 1+1= 3
Hábito nº 7. “Afilar
la Sierra”: Vitalidad. Renovación Interna: Física-Mental y Emocional
Y es así, con este libro de instrucciones, la manera en que
realizo mi entrenamiento diario y trato de ir haciendo vida en la medida de lo
posible, a pesar de todos los sinsabores, que a ratos son inevitables. Es así
digo, como intento vivir momento a momento cada jornada, cultivando siempre que
se me permite, enfocar los quehaceres, con sentido del humor.
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anónimo
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